Uno de estos papiros, descubierto en las proximidades de la antigua ciudad egipcia de Oxirrinco, contenía una oración a la Virgen. Y no cualquier oración, sino una plegaria que continuamos rezando hoy en día, la oración Sub tuumpraesidium.
La versión latina es:
Sub tuumpraesidium
confugimus,
Sancta Dei Genitrix.
Nostras deprecationesnedespicias
in necessitatibusnostris,
sed a periculiscunctis
libera nos semper,
Virgo gloriosa et benedicta.
confugimus,
Sancta Dei Genitrix.
Nostras deprecationesnedespicias
in necessitatibusnostris,
sed a periculiscunctis
libera nos semper,
Virgo gloriosa et benedicta.
La versión castellana, es muy conocida:
Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todo peligro,
¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!
santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todo peligro,
¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!
Resulta impresionante rezar esta oración, sabiendo que los cristianos la rezaban ya, por lo menos, en el año 250 d.C., que es la fecha en la que Edgar Lobel dató el papiro en el que se encontraba.
Fuente: http://primeroscristianos.wordpress.com/2010/05/26/la-oracion-mas-antigua-dirigida-a-la-virgen-%E2%80%9Csub-tuum-praesidium%E2%80%9D/
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