Patrona de Almonte (Huelva) y de Andalucía
Siglo XIII

La Virgen del Rocío
La
 Virgen del Rocío es una advocación mariana que se venera en la ermita 
de El Rocío (Almonte, Huelva). La romería que se realiza en su honor es 
una de las más importantes de España, conocida internacionalmente y que 
congrega cada año a más de un millón de personas.
Origen histórico
Almonte
 estuvo poblada desde épocas muy remotas cuyos vestigios son frecuentes 
desde el paleolítico a la prehistoria. En época musulmana Almonte 
pertenece a la cora de Labla (Taifa de Niebla) (Huelva) con el nombre de al-Yabal (Almonte).
La
 conquista de Niebla tiene lugar en 1262 por Alfonso X el Sabio, hijo 
del rey Fernando III el Santo. Alfonso X repobló todas las tierras de la
 jurisdicción de Niebla a la cual pertenecía Almonte. En 1280, se 
realiza la primera repoblación en la zona occidental, donde se 
encontraba Almonte y la Rocina ya que la parte oriental tardaría algún 
tiempo en repoblarse.
Las
 crónicas históricas cuentan que el rey Alfonso X el Sabio, allá por el 
año 1270 mandó erigir una ermita consagrada a la Virgen en el lugar 
llamado de Las Rocinas, que había sido reconquistado a los árabes, donde
 colocó la imagen de Nuestra Señora las Rocinas, donde ha permanecido 
durante 700 años; se puede deducir que la ermita fue construida entre 
los años 1270 y 1275, en estilo mudéjar. 
Las
 mismas crónicas relatan cómo en esos mismos lugares, el rey creó un 
coto de caza, atraído por la belleza del lugar y la cantidad de ciervos 
existente. Este coto se conoce hoy como Coto de Doñana.
 Todo aquel bosque se denominaba las Rocinas, cuyos límites imprecisos 
no solo albergaban la zona por donde transcurre el arroyo de su nombre, 
si no su extensión límites aproximados eran al norte bajando hacia el 
oeste la canariega, monteruelos,
 el pájaro y el tendedero de la higuerita, al sur la punta de malandar y
 al oeste la desembocadura del Guadalquivir hasta el año de braines:
 territorios éstos, qué después pasarán a la casa de Medina-Sidonia. 
Aquella primera ermita duró hasta el terremoto de Lisboa, en 1755, que 
la dejó en ruina, la Virgen del Rocío fue llevada a Almonte y estuvo 
allí durante dos años seguidos, celebrándose allí la Romería del Rocío 
en el pueblo Almonteño, las reformas de la ermita acabaron en el año 1758. 
Leyenda
El
 Rocío, cuya historia se encuentra hoy documentada en sus aspectos más 
importantes, ha estado envuelta en una leyenda, como ocurre con otras 
muchas advocaciones, que viene recogida en la Reglas de la Hermandad 
Matriz de 1758:
«Entrado
 el siglo XV de la Encarnación del Verbo Eterno, un hombre que había 
salido a cazar, hallándose en el término de la Villa de Almonte, en el 
sitio llamado de La Rocina (cuyas incultas malezas le hacían 
impracticables a humanas plantas y sólo accesible a las aves y 
silvestres fieras), advirtió en la vehemencia del ladrido de los perros,
 que se ocultaba en aquella selva alguna cosa que les movía a aquellas 
expresiones de su natural instinto. Penetró aunque a costa de no pocos 
trabajos, y, en medio de las espinas, halló la imagen de aquel sagrado 
lirio intacto de las espinas del pecado, vio entre las zarzas el 
simulacro de aquella

Zarza
 Mística ilesa en medio de los ardores del original delito; miró una 
Imagen de la Reina de los Ángeles de estatura natural, colocada sobre el
 tronco de un árbol. Era de talla y su belleza peregrina. Vestíase de una túnica de lino entre blanco y verde, y era su portentosa hermosura atractivo aún para la imaginación más libertina.
Hallazgo
 tan precioso como no esperado, llenó al hombre de un gozo sobre toda 
ponderación, y, queriendo hacer a todos patente tanta dicha, a costa de 
sus afanes, desmontado parte de aquel cerrado bosque, sacó en sus 
hombros la soberana imagen a campo descubierto. Pero como fuese su 
intención colocar en la villa de Almonte, distante tres leguas de aquel 
sitio, el bello simulacro, siguiendo en sus intentos piadosos, se quedó 
dormido a esfuerzo de su cansancio y su fatiga. Despertó y se halló sin 
la sagrada imagen, penetrado de dolor, volvió al sitio donde la vio 
primero, y allí la encontró como antes. Vino a Almonte y refirió todo lo
 sucedido con la cual noticia salieron el clero y el cabildo de esta 
villa y hallaron la santa imagen en el lugar y modo que el hombre les 
había referido, notando ilesa su belleza, no obstante el largo tiempo 
que había estado expuesta a la inclemencia de los tiempos, lluvias, 
rayos de sol y tempestades.
Poseídos
 de la devoción y el respeto, la sacaron entre las malezas y la pusieron
 en la iglesia mayor de dicha villa, entre tanto que en aquella selva se
 le labraba templo. Hízose,
 en efecto, una pequeña ermita de diez varas de largo, y se construyó el
 altar para colocar la imagen, de tal modo que el tronco en que fue 
hallada le sirviese de peana. Aforándose aquel sitio con el nombre de la
 Virgen de Las Rocinas».
Hoy
 la historia sitúa los orígenes del Rocío dos siglos antes y todo indica
 que fue el mariano monarca Alfonso X el Sabio quien pudiera haber 
erigido aquella primera ermita, tras su conquista de Niebla en 1262, 
mandando colocar allí la bella imagen de la Virgen.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Virgen_del_Roc%C3%ADo
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