jueves, 28 de noviembre de 2013

Nuestra Señora de la Candelaria de Copacabana

Patrona de Bolivia
Año 1583
Fiesta 5 de Agosto




Nuestra Señora de la Candelaria de Copacabana

La península de Copacabana se adentra en el lago Titicaca, acercándose a las islas del Sol y de la Luna, antiguos lugares sagrados de los Incas.  Allí, a cuatro mil ocho metros sobre el nivel del mar, la Madre de Dios quiso acercarse a sus hijos para así atraerlos al verdadero Dios. Lo hizo con la mayor delicadeza y respeto. Lo hizo con el amor de Madre que busca a sus hijos mas pequeños.  Su rostro tiene rasgos indígenas y es toda dulzura con su Niño en brazos, que parece caerse pero no. La Madre lo sostiene segura. El Niño es el gran regalo que la madre obsequia. Así surge el culto a la "Santísima Virgen de la Candelaria, Nuestra Señora de Copacabana".
Es una efigie de poco mas de cuatro pies modelada enteramente en pasta de maguey y terminada en estuco. El cuerpo de la imagen está totalmente laminado en oro fino y en sus ropajes se reproducen los colores y las vestiduras propias de una princesa inca.  Su forma original permanece permanentemente cubierta por hermosos mantos y trajes. Su pelo es largo sobre sus hombros. 
Fue tallada por Francisco Tito Yupanqui, descendiente del Inca Huayna Capac.  Era escultor aficionado y aunque puso mucho empeño en su obra, era inexperto.  Sus primeros intentos fueron rechazados uno tras otro, hasta que finalmente Dios le recompensó con poder lograr esta imagen de la Virgen que fue humildemente entronizada en una pobre iglesia de adobe y piedras el 2 de febrero de 1583, lo que hace de este santuario mariano uno de los más antiguos de las Américas.
El templo actual data de 1805 y la imagen fue coronada durante el pontificado de Pío XI.  Con el paso del tiempo los fieles donaron, para adorno de la imagen, gran cantidad de valiosas joyas y el templo se llenó de regalos y tesoros.  Riqueza que fue posteriormente saqueada por generales, presidentes y dictadores de turno.  A pesar de ello, la "Coyeta", como la llaman los quechuas y los aimaraes; lleva al cuello, en las manos y el pecho, ricas alhajas y de sus orejas cuelgan valiosos pendientes de piedras preciosas obsequiados por sus devotos.  En su mano derecha sostiene un canastillo y un bastón de mando, regalo y recuerdo de la visita que en 1669 le hizo el virrey del Perú.
La imagen original nunca sale de su santuario y para las procesiones se utiliza una copia de la misma.
Es típico del santuario, basílica desde 1949, que los que lo visitan salgan de él caminando hacia atrás, con la intención de no darle la espalda a su querida patrona.
Su fiesta originalmente se celebraba el 2 de febrero, día de la Purificación de María, y luego se ha trasladado al 5 de agosto, con liturgia propia y gran celebración popular.




Fuente: http://www.corazones.org/maria/america/bolivia_virgen.htm

Nuestra Señora de Chiquinquirá

Patrona de Colombia
Año 1562
Fiesta 9 de Julio







Nuestra Señora de Chiquinquirá

Sobre una rústica tela de algodón de procedencia indígena, un pintor español, llamado Alonso de Narváez pintó con bastante arte, una imagen de la Virgen del Rosario.   En su paleta usó colores al temple, con pigmentos naturales tomados de la composición mineral de la tierra y del zumo de hierbas y flores de la región.  Como el lienzo era casi cuadrado (44 pulgadas de alto por 49 de ancho), el artista balanceó y completó el espacio añadiendo, a los lados de la Virgen del Rosario, las imágenes de San Antonio de Padua y de San Andrés Apóstol por ser el primer patrono del encomendero que solicitaba la imagen y el segundo, del fraile que la había mandado a hacer.
En 1562 el cuadro fue colocado en un capilla techada de paja en la que se filtraba la lluvia y con ella la humedad del ambiente.  Esto, unido a la acción del aire y el sol dejaron la pintura en tan mal estado que muy pronto era ya imposible reconocer lo que había sido pintado en ella.  En 1577 la deteriorada imagen fue llevada al sitio de Chiquinquirá y abandonada en el cuarto que tiempo atrás sirviera de oratorio a la familia.  Ocho años más tarde llegó a este lugar María Ramos, una piadosa sevillana, quien después de arreglar y limpiar la modesta capilla colocó en ella el borroso lienzo que un día llevara la imagen de la Virgen del Rosario.  El viernes 26 de diciembre de 1586 la imagen  recobró prodigiosamente su color y su brillo original en una restauración instantánea, que cerró los rasguños y agujeros de la tela cubriéndolos de luz y color.
La Virgen del Rosario que ocupa el centro del cuadro mide aproximadamente un metro de alto; su mirada se vuelve hacia la izquierda, desviando la atención hacia el Niño casi desnudo que lleva en sus brazos.  Es una imagen serena cuya delicada sonrisa irradia gran dulzura.  El color de su rostro es pálido, lo mismo que el del Niño. Curiosamente, éste lleva en la mano derecha un pajarito de vivo plumaje que un cordel sujeta a su dedo pulgar y de la mano izquierda deja colgar un pequeño rosario.
Nuestra Madre apoya su cuerpo sobre una media luna, en una posición que sugiere que va de camino.  Cubre su cabeza una toca blanca recogida sobre el pecho, y un manto azul celeste envuelve su vestido de color rosado. Con el dedo meñique de su mano izquierda sostiene un rosario que le cae en el medio del cuerpo y en la mano derecha porta un cetro de reina. El cuadro conserva las huellas del pasado deterioro y es cosa notable el que las figuras, que de cerca se ven imprecisas o borrosas, adquieren su relieve y profundidad cuando se observan a cierta distancia.  Al lienzo se le han superpuesto dos coronas, un cetro, dos rosarios y 27 escudos de oro que dan un hermoso relieve al cuadro, cuyo marco, formado por semicircunferencias de plata, porta las insignias de la condecoración presidencial.  Durante trescientos años el cuadro de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá se presentó a los fieles sin protección alguna, contándose por millares los objetos que anualmente tocaban la endeble tela de algodón.  Los devotos usaban largas varas o cañas para hacer llegar hasta el bendito lienzo diversos objetos de devoción.  Es algo realmente admirable que la tela se conserve intacta, a pesar de que tanta manipulación, por fuerza debió haber destruido totalmente el frágil tejido de algodón.  Desde 1897 un grueso cristal protege la pintura de las inclemencias del tiempo y del roce con los devotos peregrinos.
Pío VII la declaró patrona de Colombia en 1829 concediéndole fiesta litúrgica propia.  "La Chinita" como la llama su pueblo, fue coronada canónicamente en 1919 y su santuario declarado Basílica en 1927.

Fuente: http://www.corazones.org/maria/america/colombia_chiquinquira.htm

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Nuestra Señora de Velankanni

(Vailankanni) (Nuestra Señora de la Salud)
Vidente: Varias personas
Lugar: India
Fecha: Siglos XVI y XVII
-Santuario basílica. Aparición conocida como "Lourdes de Oriente"




Los eventos relacionados con las apariciones ocurrieron en tres partes.

Primera parte:


En el siglo XVI un niño hindú llevaba leche al domicilio de un señor. Mientras descansaba bajo un árbol en el camino, la Virgen se le apareció y le pidió leche para su Hijo que llevaba en brazos. El niño le dio leche. Al llegar a la casa del señor pidió disculpas por su tardanza y por la reducida cantidad de leche. Entonces explicó lo ocurrido. Pero el señor descubrió que no faltaba leche. Entonces comprendió que había ocurrido un milagro. El señor, también hindú, quiso ver el lugar de la aparición. Cuando llegaron, nuestra señora se apareció de nuevo. Al conocer que Nuestra Señora se le apareció al niño, los católicos del lugar se llenaron de gozo.
Segunda parte:

Años más tarde, Nuestra Señora volvió a visitar cerca del pueblo. Esta vez se apareció a un niño tullido que vendía suero de leche cerca de la plaza en las afueras de
Vailankanni. La Virgen le pidió para su Hijo y el niño le dio. Nuestra Señora le dijo al niño que informara de su aparición a cierto católico rico que vivía en el pueblo cercano de Nagapattinam. Sin darse cuenta que su pierna mala había sido milagrosamente sanada por Nuestra Señora, el niño se fue en camino. El hombre por su parte también tuvo una visión la noche anterior: Nuestra Señora le pedía que le construyera una capilla. El hombre y el niño volvieron juntos al lugar del milagro. La Virgen se le apareció a los dos. El hombre construyó una capilla con techo de paja que llegó a ser un lugar de veneración a Nuestra Señora bajo el título de "Madre de la Buena Salud" ("Arokia Matha").
Tercera parte:

En el siglo XVII, la Virgen rescató de una tormenta a varios marineros mercantes portugueses náufragos. Cuando estos llegaron a la costa de Vailankanni, algunos pescadores los llevaron a la capilla de la aparición. En agradecimiento construyeron una capilla más permanente que mejoraron en viajes posteriores. Ellos dedicaron la capilla a Nuestra Señora el 8 de Septiembre, fiesta del nacimiento de la Virgen.
No hay registro histórico de las apariciones en Vailankanni, pero la tradición oral y los innumerables milagros allí concedidos por la Virgen de la Buena Salud dan testimonio de su veracidad.
Reconocimiento Eclesiástico S.S. Juan XXIII elevó el santuario de Nuestra Señora de Velankanni a la categoría de basílica el 3 de noviembre de 1962.

Fuente: http://www.corazones.org/maria/velankanni.htm

Virgen del Roble

Patrona de Monterrey, México
Año 1592
Fiesta 18 de Diciembre




PATRONA DE MONTERREY
VIRGEN DEL ROBLE
FIESTA: 18 de diciembre.

HISTORIA:

En el año de 1592, Fray Andrés de León, benemérito misionero franciscano, colocó una imagen de la Virgen Santísima en el hueco de un roble, para protegerla de las incursiones de los indígenas nómadas y salvajes. Efectivamente, el mencionado religioso, en compañía de los RR. PP. Fray Diego de Arcaya y Fray Antonio de
Salduendo, salió el año citado de Saltillo, recién fundado, para evangelizar una numerosa e importante tribu, que habitaba en las faldas del Cerro de la Silla. Se sabe que todos los miembros de la tribu, capitaneados por su cacique y jefes subalternos, recibieron con benevolencia y respeto a los venerables misioneros, al grado de que, a propuestas de Fray Andrés de León, consintieron en cambiar su morada hacia la llanura que se extiende al norte de la ciudad de Monterrey.

Consta en un importante manuscrito perteneciente al Archivo Histórico del Convento de Guadalupe, Zacatecas –año de 1788, legajo número 86- que en ese lugar se erigió un rústico altar, bajo la enramada de un frondoso roble, en cuyo tronco había un hueco a modo de hornacina. Precisamente en este lugar fue donde colocó Fr. Andrés la pequeña imagen de Nuestra Señora a la que nos referimos. Este lugar, conocido con el nombre de “Piedra Blanca”, fue el asiento de la primera misión y, cuatro años después, es decir, en 1596, incluyendo 34 familias de labradores españoles que allí acudieron, constituyó el núcleo de la ciudad de Monterrey.
No pudo ser ni más sugerente, ni más bello, ni más consolador el origen de la que hoy es soberbio emporio de la Industria en nuestra Patria. El amor inflamado a María y el apego entrañable a la tierra fueron los cimientos de la espectacular Ciudad Metropolitana que, con el título de Nuestra Señora de Monterrey, y bajo la advocación de la Pura y Limpia Concepción y Anunciación de Nuestra Señora, fue fundada el día 20 de septiembre de 1596, por el Gobernador y Capitán General Don Diego de Montemayor, siendo Virrey de la Nueva España Don Gaspar de Zúñiga y Acevedo, Conde de Monterrey, en cuyo honor recibió este nombre la Ciudad de referencia.

Comprendiendo indudablemente la trascendencia de esas providenciales circunstancias, bajo las cuales nacía a la vida la ilustre ciudad, el Señor Virrey, después de ordenar expresamente que todo lo descubierto hasta entonces y lo que en el futuro se descubriese, fuera llamado “Nuevo Reino de León”, dispuso que la mencionada ciudad llevará el título de Nuestra Señora de Monterrey.

En cierta ocasión, no mucho tiempo después de la fundación de la ciudad, una sencilla y humildísima pastorcita que cuidaba las cabras del pequeño ganado familiar, mientras pacían en los campos cercanos a su hogar, oyó que desde un roble la llamaban con toda claridad e insistentemente por su propio nombre. Grandemente admirada por aquel inesperado llamamiento, ya que en esos lugares y a esas horas no había allí persona alguna, se acercó llena de curiosidad al lugar de donde tan misteriosas voces procedían. ¡Cuál no sería su sorpresa, al encontrar en la oquedad de un roble silvestre una pequeñita imagen de la Virgen Santísima, que despedía de si sobrenatural fulgor y olor suavísimo, como si se tratara de una inesperada luz celestial a la que formaran cortejo decenas de flores de regalado perfume! Cuando se repuso de la primera impresión, pudo darse cuenta de que la bellísima estatuita
encontrábase cuidadosamente colocada en el interior del tronco de un roble, que le servía de nicho y que la defendía de las inclemencias del tiempo.





Conmovida hasta lo más profundo de su espíritu y no cabiendo en sí de alegría y entusiasmo; obedeciendo, por otra parte, el natural e incoercible impulso de toda criatura racional para comunicar a los demás sus impresiones y para externar sus sentimientos (el hombre es un ser racional y sociable) corrió a manifestar a sus padres lo ocurrido: “¡Venid conmigo y veréis una cosa prodigiosa que no sé explicar!”, les dijo, de acuerdo con la antigua narración del prodigio. Los padres de la dichosa niña acudieron presurosos al lugar de la singular aparición y, al contemplar la belleza de la Imagen, rodeada de luz y expidiendo suaves efluvios, le hicieron la inocente ofrenda de sus plegarias y de sus lagrimas. Avisado el Señor Cura y convencido de la veracidad de esta providencial manifestación de ola Virgen Santísima, invitó a todos los feligreses para que, en respetuosa y amorosa procesión, condujesen la Imagen mariana al recinto parroquial. A la mañana siguiente, cuando todos los vecinos se levantaron presurosos, esperando saludar en tan piadoso simulacro mariano la grandeza incomparable de María e invocar su misericordia sobre sus necesidades y pecados, se encontraron con el inexplicable hecho de que la Imagen no se hallaba en su lugar. Y al volver presurosos e intrigados al lugar donde había sido hallada la Imagen, la encontraron en el mismo hueco del roble de donde había sido transportada el día anterior. Al amparo de la noche, se había vuelto a su lugar de origen; lo cual podía fácilmente probarse por tener su manto lleno de zacate y cadillos propios de aquella tierra venturosa, que la Reina del cielo quiso santificar con sus plantas virginales. Con esta actitud, la Señora del cielo quiso dar a conocer su voluntad expresa de que precisamente en ese lugar se edificase un templo. Y dice la piadosa y verídica historia, que el hecho se repitió tres veces, como para que no hubiera lugar a duda.
A la tercer vez, y ante la evidencia de la voluntad de la Virgen María, reuniéronse los vecinos los vecinos y, con su Párroco a la cabeza, entre gemidos y plegarias, postrados de hinojos, prometieron a la Santísima Virgen edificar su templo lo más pronto posible y después de haber emitido un juramento, no contentándose con una simple promesa, le rogaron que, mientras tanto, se dignará permanecer en el templo parroquial.

Esta imagen es la que actualmente se venera en el majestuoso Santuario de Nuestra Señora del Roble […]

CONSTRUCCIÓN:
Habiéndose presentado varios proyectos, resultó aprobado el hermoso proyecto del Señor Arquitecto D. Lisandro peña junior quien, inspirado en las basílicas Romanas de San Pablo Extramuros y de Santa María la Mayor, logro combinar admirablemente la expresión moderna con los moldes tradicionales y concibió la nueva y gloriosa edificación en tres partes principales, a saber: el grandioso pórtico de entrada, las majestuosas naves centrales y el soberbio y esbelto campanil, que es por cierto el más alto de toda la República y el que alberga la campana más voluminosa de nuestra Patria.

Se encomendó la ejecución de la obra al Señor Ingeniero D. Ignacio Guajardo.

CORONACIÓN:
31 de mayo, 1964.

Texto: Monografía del Santuario de Nuestra Señora del Roble. Pbro. Silvino Robles Gutiérrez, 1a. Edición. Julio 1970.
Impresora NOVOA. México.

Fuente: http://www.arquidiocesismty.org/PAGES/Acerca/patrona/Patrona.html

martes, 26 de noviembre de 2013

Virgen de Zapopan

Patrona de Guadalajara, México año 1541
Fiesta romería del 12 de octubre y el 18 de Diciembre cuando litúrgicamente se celebra su fiesta.




Zapopan o Tzapopantl, significalugar entre zapotes o lugar de zapotes”. Fue un pueblo de muchos indios, perteneciente al cacicazgo de Atemajac y era un feudatario del Reino de Tonalá; en Tzapopantl se le rendía un fuerte culto al ídolo llamado Teopilzintli o el dios niño, a quien le ofrecíansimbólicas ofrendas de conejos y perdices”. En 1530 Nuño de Guzmán conquistó el Reino de Tonalá y cuando fue a conocer todos los lugares de este reino, Zapopan quedó también conquistada despues de la guerra del Mixtón (en la Barranca de Oblatos), en la cual tuvo lugar la gran concentración chimalhuacana en 1541. La fundación de Tzapopantl se dio el 8 de diciembre de 1541 por el encomendero Francisco Bobadilla, con indios de Jalostotitlan.
Ese 8 de Diciembre de 1541, el padre Fray Antonio Segovia en compañia de Fray Angel de Valencia, donó a los indios de ese pueblo una pequeña imagen de Nuestra Señora de la Concepción; esta imagen había acompañado cerca de 10 años a Segovia en todas sus andanzas por los pueblos de Jalisco, cargándola algunas veces en la manga de su sayal, otras en un pequeño tabernáculo de madera o colgada del pecho.
Las crónicas nos cuentan que cuando el virrey Antonio de Mendoza sitió el cerro el Mixtón y después de una fuerte batalla, subió Fray Antonio de Segovia a las fortalezas de los indios acompañado de Fray Miguel de Bolonia, llevando sólo el brevario, un crucifijo y la pequeña imagen de Nuestra Señora de la Concepción colgada al pecho; les comenzó a decir a los indios que bajasen en paz y estos conmovidos tanto por las palabras del padre y la imagen de la Virgen. En dia y medio se rindierón más de seis mil indios, que fueron conducidos por los padres ante el virrey y éste les perdonó la vida, quedando todos en paz. Por esto,Antonio de Segovia llamaba a su pequeña imagen “ La Pacificadora”. En 1542 se construyó una iglesia muy pobre, con muros de adobe, techo de paja y adornada con flores que ponían los naturales; aquí se colocó la imagen la cual dicen que empezó a derramar una contínua serie de milagros, en los cuales eranabandonados testigos” los indios de este pueblo.
La historia nos cuenta que en 1609 esta capilla se derrumbó y al escuchar el estruendo, corrieron los indios creyendo encontrar a su imagen hecha pedazos; quitaron los escombros y para sorpresa de todos, ahí estaba la imagen sin ningún rasguño.
Poco después, le dio la vista a un ciego de nacimiento y en un lapso de cien años, realizó muchisimos milagros. Los indios ocultaron la imagen por temor a que se las quitaran, pero el bachiller Diego de Herrera, que se había encargado de Zapopan el 14 de junio de 1637, notó que los naturales estaban muy encariñados con la imagenporque era muy milagrosa”; le contó al obispo Juan Ruiz Colmenero lo que sucedía en Zapopan; y en 1653 hizo levantar una información testimonial y por decreto, declarómilagrosa” a la imagen de Nuestra Señora de la Concepción de Zapopan y mandó que solamente se celebrase su fiesta el 18 de  diciembre cada año. Aquí el título de Nuestra Señora de la Expectación de Zapopan. A finales del siglo XVII, Guadalajara sufrió una terrible epidemia y el obispo Juan Santiago León Garabito mandó que Nuestra Señora de Zapopan, fuera traída a la catedral y sucedió otro caso extraño, los médicos de la ciudad declararon que la epidemia había cesado.




De los títulos que se la han dado a la Virgen de Zapopan son: 1654 Taumaturga; 1734 Protectora de rayos, tempestades y epidemias de esta nobilísima ciudad y sus moradores; 1821 Patrona y Generala de la Arma de la Nueva Galicia; 1823 Generala y Protectora Universal del Estado Libre y Soberano de jalisco; 1946 Patrona de la Provincia Franciscana de los Santos Francisco y Santiago; 1979 Verdadera Estrella de la Evangelización; 1989 Patrona de la Arquidiócesis de Guadalajara.




En 1654 el Obispo de Guadalajara, el Excmo. Sr. Don Juan Ruiz colmenero, quien era muy devoto de Nuestra Señora de Zapopan y promotor de su veneración, le cambio su advocación. De la inmaculada concepción a Nuestra Señora de la Expectación.

Tal advocación connota a María Santísima en espera, amorosa y llena de fe, del nacimiento de
cristo. Nuestra Señora de la Expectación se conoce también como Nuestra Señora de la O.

En la liturgia antigua de adviento, antes de la celebración de la Navidad, se tenia un octavario, en el que cada día se recitaba una antífona distinta, pero todas comenzaban con la exclamación “¡Oh!”

“¡Oh! Sabiduría, ¡Oh!
Adonai. ¡Oh! Vara de Jesé. ¡Oh! Llave de David. ¡Oh! Sol naciente, esplendor de la Luz eterna. ¡Oh! Rey de las naciones y Deseado de las gentes. ¡Oh! Emmanuel, ven a enseñarnos, ven a iluminarnos, ven a sacarnos de esta cárcel sombría, ven a salvarnos, Dios y Señor nuestro”.

Nuestra Señora de la Expectación señala la espera de Jesús, por eso se le puso Nuestra Señora de la O, celebrándose su fiesta el 18 de Diciembre.

Muy temprano los fieles se convocan por la mañana para entonarle las tradicionales mañanitas a la
zapopanita, así como los cantos hermosa niña, hermoso cielo, quien es esa estrella, eres pastora divina, para después participar en la eucaristía.

Durante el día cientos de fieles devotos, acuden a la basílica de
zapopan, a visitar a la virgen, para agradecer los favores que de ella han recibido, en la tarde es cuando se prepara la salida de la virgen por el atrio, solo en dos ocasiones durante el año, la imagen original de la virgen de la expectación de zapopan es bajada de su trono. El 11 de octubre cuando es llevada a la catedral para la romería del 12 de octubre y el 18 de Diciembre cuando litúrgicamente se celebra su fiesta.

Fuente: http://advocacionesmarianas.netfirms.com/V_de_Zapopan.html