viernes, 31 de enero de 2014

Nuestra Señora de la Soledad

Año 1660







Historia de la Virgen de la Soledad


LA VIRGEN DE LA SOLEDAD.- La aparición de la Soledad no sigue el esquema clásico pastoril. No sucede aquí como en muchos lugares, en donde la leyenda y la tradición se entremezclan. Los elegidos fueron hombres, fervientes católicos que se hallaban en Badajoz. El nombre del protagonista humano fue: D. Francisco Tutavila y de Tufo, quien propuso el culto de la Virgen.
Concretamente el 1660, el Capitán General de la plaza militar y Duque de San Germán, reunió en su palacio a algunos caballeros, militares y políticos, quienes deciden encargar una imagen de la Soledad a Barcelona. No encontrando el imaginero deseado, a instancia del promotor lo encuentran en Nápoles. Pronto se construyó su propia ermita. “Se consiguió muy pronto la construcción de casa y Ermita dentro de sus muros de que se dio la más verdadera afectuosa y cordial posesión a su Dueña legitima la Santísima Virgen de la Soleda, que no debió llamarse tal desde aquel momento por la asistencia y continuada Corte que la hacen sus tiernos devotos”.
En s. XVII es centro mariano de gran devoción en Badajoz, a pesar de las continuas guerras fronterizas con Portugal. Ntra. Sra. De Bótoa y Ntra. Sra. De las Virtudes y Buen Suceso, que se habían incorporado recientemente a la devoción popular pacense, declinan en Ella el patronazgo sobre la ciudad.
Aparte de los méritos personales, D. Francisco fue un ferviente devoto de la Virgen, proveniente de viejos Cristianos y no de judíos, moros o conversos.
Otras obras testimoniales prestigien su fe, siendo insigne bienhechor de la Capilla Mayor del colegio de la Compañía de Jesús y del camarín de la Virgen y dorado del retablo del Convento de Santa Ana. Al mismo tiempo su esposa bordó, con sus propias manos, un vestido de terciopelo de color verde y oro enriquecido con una tiara de perlas auténticas para la Señora.
¿Quién era este hombre que vivió con ese amor a la Virgen?
Nacido en Nápoles el 1608, de familia noble, como aparece en el expediente de ingreso en la Orden de Santiago: “Caballero napolitano que guardaba todos los honores, prerrogativas y preeminencias del Sergio del Porto”.
Fueron sus padres Octavio de Tutavila y Porcia del Tufo, ambos napolitanos. Los Tutavilas eran Duques de Sassone, Duques de la Oliva y Duques de Calabritis. Los Tufos tuvieron los títulos de Duques San Cipriano, y Marquesados de San Juan de Celsito, del Tufo, de Martino y de San Cipriano. La abuela paterna del Ducado de San Germán.
La ilustre ascendencia y nobleza del Duque de San Germán le obliga a abandonar su ciudad para rendir a sus Monarcas los servicios que le dictaba su amor a la Patria. No sabemos hasta cuando permaneció en su ciudad natal, pero desde 1623 a los quince años comienza su carrera militar.

Concretamente, el 26 de agosto de 1650 el Rey le concede para sí y sus herederos y sucesores en perpetuo y en feudo la jurisdicción de las primeras y segundas causas criminales de la ciudad de S. Germán en el Reino de Nápoles con el oficio de Maestre y el de Asesor de las causas mixtas y de las segundas civiles que le estaban concedidas por su vida y otras dos con el título de Duque que tenía en tierra de Sazón quedando ejército sobre la dicha tierra.
De su estancia en Badajoz consta desde el 6 de abril del 1649 sus probanzas de pretendiente al Hábito de Santiago, siendo Consejero de Su Majestad, Maestre de Campo General, Gobernador General de las armas del Ejército y provincia de Extremadura. Pronto conseguirá tal alta dignidad, cuando el Sr. Conde de Peñaranda manda que se le expida el título de caballero de la Orden santiaguista al Duque de S. Germán, Maestre de guerra y gobernador del ejército de Extremadura el 22 de septiembre de 1653.
En aquellos tiempos las guerras fronterizas con Portugal ocuparon su quehacer militar. No obstante, fue el promotor de la devoción a la Virgen de la Soledad.
El Rey Felipe IV en un despacho firmado en Aranjuez el 26 de abril el 1664 le nombra virrey y capitán general de Navarra al vacar la plaza por traslado del Marqués de San Román al reino de Valencia. Su traslado se realizó muy pronto. El 23 de mayo siguiente se posesionaba en Pamplona ante D. Alonso de Llanos y Valdés, regente del Consejo real de dicho reino, permaneciendo hasta el año 1668. Hoy la puerta pamplonica de la Taconera exhiben sus escudos de arma, flanqueando a uno de las armas reales de Carlos II.
En noviembre del 1667 fue sustituido en el virreinato de Pamplona por D. Diego Caballero de Illescas y Cabeza de Vaca, sin que en la célula real correspondiente se haga mención de su nuevo destino, si es que lo tuvo.
Finalmente, luchó contra los franceses en Cataluña y en el Rosellón.
Le había sucedido en Extremadura el infante Juan de Austria (II), aquel gran soldado del que dijo un ilustre historiador que “se le puede llamar el último de los españoles, porque en la triste época de la decadencia después de él se extinguió el espíritu guerrero y las tradiciones militares y políticas del siglo de Carlos V”.

Fuente: http://www.santos-catolicos.com/virgen-maria/virgen-de-la-soledad.php

Nuestra Señora del Cabo

Notre Dame du Cap
Patrona de Canada
1651






Notre Dame du Cap

Cuando Juan Pablo II Magno llevó a cabo el viaje Apostólico al Canadá (entre los días 9 y 20 de septiembre de 1984) concelebró, en honor de la Virgen María, en el Santuario de Notre Dame Du Cap.
En la Homilía del 10 de septiembre dijo lo siguiente:
Fue aquí, queridos Hermanos y Hermanas, y ustedes conocen seguramente la historia. Lo evoco porque yo mismo he sido tocado. Desde 1651, el Abad Jacques de la Ferté, el cura de Santa-Magdalena de Châteaudun, en Francia, regalaba este feudo del Cabo a los misioneros jesuitas. En la aldea que éstos fundaron en seguida en este lugar, el día de la Presentación de Marie, llamando a esta parroquia Cap-de-la-Madeleine, y una Congregación del Rosario fue instituida allí antes de finales de este siglo XVII.

Allí dónde fue erigido, desde 1714, el santuario que se hizo mariano nacional y la iglesia más antigua de Canadá. Pero la tradición produce hechos todavía más emocionantes. En 1879, los feligreses del
Cap-de-la-Madeleine, a lo largo del invierno, suplicaron a la Virgen Marie y trabajaron con un coraje inaudito para poder transportar aquí las piedras necesarias para el nuevo edificio mariano sobre un puente de hielo providencialmente formado sobre el San Lorenzo, llamado en lo sucesivo el puente de los rosarios. Y recogieron de la Virgen el signo que aprobaba esta iniciativa.
Estos hechos, queridos Hermanos y Hermanas, testimonian admirablemente la fe de sus padres, su comprensión justa del papel de Marie en la Iglesia. ¡Desde entonces, la misma piedad mariana provocó aquí, de todo el Canadá, millares de peregrinos venidos buscar fe y coraje cerca de su Madre!
Gente de toda edad y de toda condición; pequeños y pobres sobre todo; jóvenes hogares y pares jubilares; parientes cuidadosos de la educación de sus niños; jóvenes, personas en búsqueda del que es “el Camino, la Verdad y la Vida"; enfermos en busca de un aumento de fuerza y de esperanza; misioneros venidos dedicarle su apostolado difícil a la Reina de Apóstoles; ellos todos los que desean un arranque nuevo para servir al Señor, servir la Iglesia, y servir a sus hermanos, como María que va a casa de Isabel
”.
Hace referencia, Juan Pablo II Magno, al denominado “Puente de hielo” que, por haber sido pedido con instancia a la Virgen María, apareció cuando nadie lo esperada y facilitó el transporte de la piedra necesaria para la construcción de Santuario.
Y tal prodigio es uno de los dos que certifican la intervención de la Madre de Dios en aquellas tierras del norte de América.
El otro es el que sucedió cuando el 22 de junio de 1888, el mismo día el que el padre Lucas Désilets dedicó la construcción del nuevo tempo a la Virgen María, cuando 3 hombres acudieron a la pequeña iglesia (el mismo Lucas, el padre Federico y el seglar Pedro Lacroix). Uno de ellos, el padre Federico describió lo ocurrido diciendo que La estatua de la Virgen, que tiene los ojos totalmente cerrados, tenía los ojos bien abiertos; la mirada de la Virgen estaba fija; miraba delante de ella a su altura. La ilusión era difícil; su cara estaba llena de luz que se unía a la luz que entraba por la ventana y que llenaba todo el Santuario. Sus ojos eran negros. Bien formados y en armonía con su cara. La mirada de la Virgen era la de una persona viva, había una expresión de severidad, confundida con tristeza. Este prodigio duró aproximadamente de 5 a 10 minutos.





Severidad y tristeza sólo podían deberse a la consideración que, del mundo, tenía la Virgen María que es, exactamente, la misma que siempre ha manifestado en las diversas apariciones en las que se ha prodigado.
No obstante, a Notre Dame Du Cap le corresponden unas gracias que la hacen, en tal sentido, especial como lo es cualquier otra advocación de María. Éstas son:
-La intervención de Dios por María, mediante signos y prodigios para sostener la fe como los citados del puente de hielo y la de los ojos abiertos de la Madre de Dios.

-La riqueza y el poder de la oración del Rosario.

-La mirada profunda de María sobre los millares de peregrinos que acuden a profesarle su amor y sobre el mundo que salvar.

-La oración a María que contribuye a la “construcción” de la Iglesia, conduce a la celebración de la eucaristía y a la renovación de la vida cristiana y de todo el pueblo de Dios.

-La manifestación de un estilo mariano de Iglesia y de devoción mariana de carácter bíblico, misionero y eclesial.
Y es que María siempre se prodiga donde sus hijos la reclaman.

Eleuterio Fernández Guzmán


Fuente: http://infocatolica.com/blog/meradefensa.php/1010231247-virgenes-advocaciones-lemg-no

jueves, 23 de enero de 2014

Nuestra Señora de Coromoto

Patrona de Venezuela
Año 1651
Fiesta: celebrada tres veces al año, el 2 de febrero y el 8 y 11 de septiembre.







A la llegada de los españoles a la región de Guanare, hacia el 1591, un grupo de indios de la tribu de los Coromotos decide abandonar su tierra y huir hacia el río Tucupido, porque no quieren nada con los blancos ni con la religión que ellos traen.   Cincuenta años después los indios, que siguen sin convertirse al Evangelio, viven en un poblado no muy distante de la villa de los españoles; ambos grupos viven en armonía, pero permanecen aislados entre sí.
Estando así las cosas, una mañana del año 1651, el cacique de los Coromotos, junto con su esposa, contempla asombrado una extraordinaria visión.  En la quebrada del río Tucupido, sobre la corriente de las aguas, una hermosa señora los está mirando con una amable expresión en su rostro; el pequeño niño que lleva en sus brazos también les sonríe plácidamente.  La misteriosa señora llama al cacique y le ordena: "Sal del bosque junto con los tuyos y ve donde los blancos para que reciban el agua sobre la cabeza y puedan entrar en el cielo"
El cacique impresionado por lo que ha visto y oído, decide obedecer a la bella señora y marcha con su tribu para ser instruido en la religión cristiana.  Sin embargo, el indio, acostumbrado a la libertad de los bosques no puede adaptarse al nuevo régimen de vida y junto con su familia, se vuelve a su aldea en la selva.  La señora se aparece nuevamente, esta vez en la modesta choza del indígena; y aunque la Virgen se presenta rodeada de un aura luminosa cuyos rayos inundan de fuego todo el bohío, no logra conmover al cacique que, enojado, trata de echarla y hasta llega a tomar sus armas con la clara intención de amenazar a la amable señora.  Siempre sonriente, la Virgen avanza suavemente hacia el cacique y cuando este extiende con ira su mano para atraparla, ella desaparece ante su vista.  En el puño cerrado del indio coromoto quedó una pequeña estampa en la que ha quedado impresa la imagen de la Señora. 
El mal ejemplo es un obstáculo para que otros encuentren la verdad sobre Jesucristo.   Siempre ha sido así. No por eso la verdad cambia. ¡Cuantos se han separado de la Iglesia por el mal ejemplo de un sacerdote o de alguien que está identificado con la Iglesia!.  ¡Que gran responsabilidad tenemos los cristianos al ser embajadores de Cristo!  Debemos al mismo tiempo recordar que nuestra fidelidad a la Iglesia se fundamenta en Dios que nunca falla. Cuando vemos el pecado ajeno, en vez de separarnos de la Iglesia, debemos examinar nuestro propio comportamiento que es por el que seremos juzgados.  Pero que difícil es eso cuando nunca se ha conocido a Jesús, como en el caso de los indios. ¿como pueden llegar a distinguir entre los católicos malos y la verdad de su religión?.  Por la dificultad de ello es que viene la Virgen a Venezuela, y con su amor de madre lleva a los indios a superar el obstáculo de las diferencias culturales y a recibir por la Iglesia a Jesús.
La Virgen de Coromoto es una diminuta reliquia que mide 27 milímetros de alto por 22 de ancho.  El material de la estampa pudiera ser pergamino o "papel de seda"; la Virgen aparece pintada de medio cuerpo, está sentada y sostiene al Niño Jesús en su regazo.  Su apariencia es de ser dibujada con una fina pluma, trazada como un retrato en tinta china a base de rayas y puntos.
La Virgen y el Niño miran de frente; erguidas sus cabezas coronadas.  Dos columnas unidas entre si por un arco forman el respaldo del trono que los sostiene.   La virgen cubre sus hombros con un manto carmesí con oscuros reflejos morados.   Un blanco velo cae simétricamente sobre sus cabellos cubriéndolos devotamente.   La túnica de la Virgen es de color pajizo y la del niño es blanca como su velo.
La imagen se muestra a la veneración de los fieles protegida dentro en una riquísima custodia. El 7 de octubre de 1944, a petición de los obispos de la nación, Pío XII la declaró, "Patrona de la República de Venezuela" y su coronación canónica se celebró al cumplirse los tres siglos de la aparición, el 11 de septiembre de 1952.
El Emmo, Sr. Cardenal Arzobispo de la Habana, Manuel Artega y Betancourt, coronó la sagrada imagen de Nuestra Señora de Coromoto en representación del Papa Pío XII. Los venezolanos celebran a su patrona en tres ocasiones cada año, el 2 de febrero y el 8 y 11 de septiembre.  El Santuario Nacional de la Virgen de Coromoto, lugar de encuentro de grandes peregrinaciones, fue declarado Basílica por S.S. el Papa Pío XII el 24 de mayo de 1949.

Fuente: http://www.corazones.org/maria/america/venezuela_coromoto.htm

La Inmaculada Concepción

Patrona de los Estados Unidos de Norte America USA
Año 1651
Fiesta 8 de Diciembre







La devoción mariana tuvo gran influencia en los católicos de Estados Unidos. Los Jesuitas franceses fueron misioneros y exploradores en el territorio de Lousiana que se extendía hacia el norte por el río Mississippi hasta Canadá. Ellos honraban a la Madre de Dios con el título de la Inmaculada. Jacques Marquette, S.J., le llamó al río Mississippi el “Río de la Inmaculada Concepción” en el año 1673.
El obispo John Carroll tuvo una gran influencia para que la devoción mariana se propagara en Estados Unidos. Ordenado sacerdote en 1769, era un hombre que llevaba en su corazón una gran espiritualidad mariana. Fue elegido primer obispo de Baltimore y la sede fue formalmente establecida el 6 de noviembre de 1789. El día elegido por él para su consagración episcopal fue el día de la fiesta de La Asunción (15 de agosto de 1790), título bajo el cual la escogió como patrona de su diócesis, que en aquel tiempo incluía a todo los Estados Unidos. La catedral que el obispo Carroll comenzó, donde más tarde tuvieron lugar los muchos concilios plenarios y provinciales de Baltimore, está dedicada a La Asunción de Nuestra Señora.
La devoción a María bajo el título de la Inmaculada Concepción floreció en el siglo diecinueve. En el sexto concilio provincial de Baltimore en 1846, los obispos de Estados Unidos pidieron que la bienaventurada Virgen María bajo el título de la Inmaculada Concepción fuera nombrada patrona de la Iglesia Católica de los Estados Unidos. El decreto fue confirmado por el Papa Pío IX el siguiente año (1847). Esta decisión se confirmó cuando en 1854 fue proclamado el dogma de la Inmaculada Concepción por la Iglesia Universal y también por las apariciones en Lourdes de Francia en 1858.

Fuente: http://www.corazones.org/maria/america/usa_inmaculada.htm

jueves, 9 de enero de 2014

Nuestra Señora de los Angeles

Patrona de Costa Rica
Año 1635
Fiesta: 2 de agosto






En Costa Rica, a través de los siglos, se ha venerado a la Virgen María con la advocación de Nuestra Señora de los Ángeles, a la que cariñosamente el pueblo costarricense  llama  "La Negrita"Cuenta la historia y la tradición, que en  la mañana del 2 de agosto de 1635,  una jovencita llamada Juana Pereira, vecina del barrio Los Pardos o La Gotera, localidad de la provincia de Cartago,  andaba buscando leña para cocinar los alimentos, cuando encontró sobre una piedra donde nacía un manantial de agua cristalina, una "muñequita" de piedra con un niño en sus brazos, la que como es de esperar, se  llevó para su humilde hogar. En la tarde de ese mismo día, al ir otra vez al bosque, se sorprende al encontrar sobre la misma piedra la misma imagencita  de la mañana.  Creyendo ella  que era otra  "muñeca", muy contenta se la lleva para su casa; sin embargo, al llegar a su hogar, nota que la otra imagen no está en el lugar en el que ella la había dejado. Al día siguiente, le volvió a suceder lo mismo, por lo que asustada, fue a la casa del sacerdote del lugar, padre Alonso de Sandoval,  a entregarle la imagen y notificarle lo sucedido. El padre guarda la imagen en una caja y se desentiende del asunto, sin embargo, al día siguiente cuando la fue a buscar, ya no estaba en la caja. Juana, al ir de nuevo a recoger leña, se vuelve a encontrar la imagen y corre donde el padre Sandoval. Este junto con algunos curiosos, decide tomar la imagen y en procesión llevarla hasta la iglesia de la localidad y guardarla en el sagrario. Al día siguiente, al abrir el sagrario nota que no está la imagen, por lo que de inmediato se va a la histórica piedra y ahí la encuentra, comprendiendo que ese acontecimiento era algo sobrenatural y que en esa imagen, estaba representada la Virgen María y que Ella deseaba estar en ese lugar, por lo que se propusieron construir una ermita.
La imagen mide alrededor de 20 centímetros, es de una combinación de diferentes materiales como roca volcánica, grafito y jade. Su color es negro, de ahí el por qué se le llama cariñosamente "La Negrita". Es de cara redonda, ojos achinados, nariz y boca pequeña. En su brazo izquierdo tiene al Niño Jesús quien descansa sobre su pecho con la mano derecha levantada en actitud de bendecir. Ambos se miran uno al otro.  Hoy en día la imagen está en el altar de la Basílica de Cartago,  colocada sobre un pedestal que semeja un medio mundo, se levanta una azucena con 6 pétalos en cada uno de los cuales posa un pequeño ángel. Sobre la azucena descansa una media luna y frente a ella un serafín con las manos levantadas en actitud de sostener el manto que cubre a la Virgen. Sobre la cabeza se le ha puesto una corona rodeada de estrellas.  En la base del pedestal está el  escudo de Costa Rica y el escudo de Cartago. En total, la imagen y sus adornos miden un metro de alto. La idea fue representar lo que nos dice Apocalipsis 12, 1 "Apareció en el Cielo una gran señal, una mujer vestida con 12 estrellas sobre su cabeza y la luna bajo sus pies".
El nombre se le dio porque el 2 de agosto, día del hallazgo, la orden franciscana venera a su patrona Santa María de los Ángeles, sin embargo, anteriormente se le habían dado otros nombres, siendo el primero de ellos,  Virgen Morena (por su color),  luego se le llamó La Virgen de los Pardos por haber sido hallada en ese lugar.
En 1782 los habitantes de Cartago la proclaman como su patrona y entonces se le llamó Reina de Cartago . El 24 de septiembre de 1824, por decreto de las máximas autoridades políticas del país, se declaró a la Virgen de los Ángeles, patrona oficial de Costa Rica.







Los costarricenses muestran su devoción a la Reina de los Ángeles, de varias formas, siendo la más llamativa, la "romería", que consiste en una caminata que se realiza el día primero de agosto, mayormente desde San José (capital de Costa Rica)  hasta el santuario en Cartago, caminata de aproximadamente 22 kilómetros, sin embargo, hay devotos que recorren la distancia desde su lugar de residencia, por lo que muchos caminan desde lugares muy distantes y empiezan varios días antes. El año pasado, se calcula que efectuaron la romería 800000 personas. Otra común manifestación es ir de rodillas desde la entrada del templo hasta el altar. Diariamente se pueden ver niños, jóvenes, familias enteras, efectuando esta práctica como señal de agradecimiento a la Reina de los Ángeles por un favor obtenido.
En su santuario se puede visitar la famosa piedra del hallazgo y recoger agua de la fuente. El día 2 de agosto se acostumbra celebrar en la explanada de la Basílica,  una misa solemne con la presencia del Arzobispo de la Diócesis, decenas de sacerdotes y autoridades gubernamentales como el Sr. presidente de la República de Costa Rica y muchos de sus ministros así como gran cantidad de fieles.

Fuente: http://www.actosdeamor.com/virgendeangeles.htm