
En
 el cristianismo católico y ortodoxo la Coronación de la Virgen es una 
secuencia más dentro del ciclo de la vida de la Virgen María. Pertenece 
esta creencia a la tradición y su referencia en los libros sagrados de 
la Biblia se encuentra en el capítulo 12 del libro del Apocalipsis. Su 
promoción está en un relato atribuido a San Melitón, obispo de Sardes 
(ciudad de Asia Menor) en el siglo II, que fue divulgada en el occidente
 cristiano el siglo VI por Gregorio de Tours y más tarde en el siglo 
XIII por Santiago de la Vorágine en su Leyenda dorada.
El
 relato supone que inmediatamente después de su muerte, María sube a los
 cielos (Asunción de la Virgen) y allí es coronada por Cristo, Dios 
Padre o la Trinidad.
http://es.wikipedia.org/wiki/Coronaci%C3%B3n_de_la_Virgen



5º MISTERIO GLORIOSO LA CORONACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
por San Josemaría Escrivá de Balaguer
Eres toda hermosa, y no hay en ti mancha. —Huerto cerrado eres, hermana mía, Esposa, huerto cerrado, fuente sellada. —Veni: coronaberis. —Ven: serás coronada. (Cant., 4, 7, 12 y 8.) Si tú y yo hubiéramos tenido poder, la hubiéramos hecho también Reina y Señora de todo lo creado.
Una
 gran señal apareció en el cielo: una mujer con corona de doce estrellas
 sobre su cabeza. —Vestido de sol. —La luna a sus pies. (Apoc.,
 12, 1.) María, Virgen sin mancilla, reparó la caída de Eva: y ha 
pisado, con su planta inmaculada, la cabeza del dragón infernal. Hija de
 Dios, Madre de Dios, Esposa de Dios.
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo la coronan como Emperatriz que es del Universo.
Y le rinden pleitesía de vasallos los Angeles...,
 y los patriarcas y los profetas y los Apóstoles..., y los mártires y 
los confesores y las vírgenes y todos los santos..., y todos los 
pecadores y tú y yo.
Santo Rosario, 5º misterio
Es justo que el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo coronen a la Virgen como Reina y Señora de todo lo creado.
—¡Aprovéchate
 de ese poder! y, con atrevimiento filial, únete a esa fiesta del Cielo.
 —Yo, a la Madre de Dios y Madre mía, la corono con mis miserias 
purificadas, porque no tengo piedras preciosas ni virtudes.
—¡Anímate!
Forja, 285
La
 Virgen. ¿Quién puede ser mejor Maestra de amor a Dios que esta Reina, 
que esta Señora, que esta Madre, que tiene la relación más íntima con la
 Trinidad: Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, Esposa de Dios 
Espíritu Santo, y que es a la vez Madre nuestra?
—Acude personalmente a su intercesión.
Forja, 555
Llénate de seguridad: nosotros tenemos por Madre a la Madre de Dios, la Santísima Virgen María, Reina del Cielo y del Mundo.
Forja, 273
Santa María, “Regina apostolorum”,
 reina de todos los que suspiran por dar a conocer el amor de tu Hijo: 
tú que tanto entiendes de nuestras miserias, pide perdón por nuestra 
vida: por lo que en nosotros podría haber sido fuego y ha sido cenizas; 
por la luz que dejó de iluminar, por la sal que se volvió insípida. 
Madre de Dios, omnipotencia suplicante: tráenos, con el perdón, la 
fuerza para vivir verdaderamente de esperanza y de amor, para poder 
llevar a los demás la fe de Cristo.
Es Cristo que pasa, 175
María,
 la Madre santa de nuestro Rey, la Reina de nuestro corazón, cuida de 
nosotros como sólo Ella sabe hacerlo. Madre compasiva, trono de la 
gracia: te pedimos que sepamos componer en nuestra vida y en la vida de 
los que nos rodean, verso a verso, el poema sencillo de la caridad, quasifluviumpacis, como un río de paz. Porque Tú eres mar de inagotable misericordia: los ríos van todos al mar y la mar no se llena .
Es Cristo que pasa, 187
La
 Maternidad divina de María es la raíz de todas las perfecciones y 
privilegios que la adornan. Por ese título, fue concebida inmaculada y 
está llena de gracia, es siempre virgen, subió en cuerpo y alma a los 
cielos, ha sido coronada como Reina de la creación entera, por encima de
 los ángeles y de los santos. Más que Ella, sólo Dios. La Santísima 
Virgen, por ser Madre de Dios, posee una dignidad en cierto modo 
infinita, del bien infinito que es Dios . No hay peligro de exagerar. 
Nunca profundizaremos bastante en este misterio inefable; nunca podremos
 agradecer suficientemente a Nuestra Madre esta familiaridad que nos ha 
dado con la Trinidad Beatísima.
Amigos de Dios, 276

Fuente: http://foros-virgen-devociones.blogspot.com/2009/08/5-misterio-glorioso-la-coronacion-de-la.html
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