Patrona de Puerto Rico
Mitad del Siglo XIX
Fiesta 19 de Noviembre
Nuestra Señora de la Divina Providencia
En la mitad del siglo XIX
fue nombrado obispo de Puerto Rico, Monseñor Gil Esteve y Tomás, este
hombre era español, de Cataluña y llevo consigo a la isla la devoción a
Nuestra Señora de la Divina Providencia, esta advocación tiene su origen
en Italia, surgió en el siglo XIII y tiempo después paso a España,
donde se creo un santuario en Tarragona, Cataluña.
El obispo Gil Esteve puso
gran empeño en fomentar la devoción a la Virgen, reconstruyo la iglesia
Catedral, que estaba destruida, y en poco tiempo logro conseguir con
ayuda de los fieles recursos para adquirir en Barcelona la Sagrada
imagen de la Virgen, le levantó un altar y estableció su culto el día 2
de enero, que quedó designado como su fiesta anual.
La imagen fue realizada en
Barcelona, en ella la Virgen esta sentada y tiene al Niño dormido
angelicalmente sobre su falda, las manos de María se unen en posición de
oración, mientras sostiene la manito izquierda de Jesús, estuvo
expuesta al culto en la catedral, hasta 1920 cuando fue sustituida por
otra talla, que es la imagen de Nuestra Señora de la Divina Providencia
más conocida por el pueblo puertorriqueño.
La imagen original venerada
por los Siervos de María y otras órdenes religiosas italianas, es un
óleo en el que aparece la Virgen con el Niño Jesús dormido plácidamente
en sus brazos.
La isla de Puerto Rico
(llamada por los indígenas "Borinquén"), fue descubierta el 19 de
noviembre de 1493, cuando Colón desembarco en ella durante su segundo
viaje. Por tal motivo dicha fecha fue elegida para su solemnidad en
1969, cuando S. S. Pablo VI declaró a Nuestra Señora Madre de la Divina
Providencia, como patrona principal de la isla de Puerto Rico, en el
decreto del Papa se indicaba que la fecha de la Virgen debía trasladarse
del dos de enero (aniversario de la llegada de la imagen a la isla), al
19 de noviembre, uniendo de esa forma la veneración a la Santísima
patrona, con el descubrimiento de la isla.
La advocación y culto a
Nuestra Señora de la Divina Providencia se originó en Italia en el siglo
XIII. Fue una devoción muy difundida y popular que posteriormente pasó a
España donde se levantó un santuario en Tarragona, Cataluña.
Al ser nombrado obispo de
Puerto Rico el catalán Gil Esteve y Tomás, trajo consigo esta devoción
que conociera en sus años de seminarista. En las manos de la Divina
Providencia tuvo que poner toda su diócesis este prelado, pues encontró a
la catedral prácticamente en ruinas y la economía de la diócesis en
peores condiciones. La confianza del obispo y su trabajo dieron fruto
rápidamente y antes de los cinco años ya había podido reconstruir el
templo catedralicio, en el que se estableció el culto y la devoción a la
Virgen de la Providencia.
La imagen original venerada
por los Siervos de María y otras órdenes religiosas italianas, es un
hermoso óleo en el que aparece la Virgen con el Divino Niño dormido
plácidamente en sus brazos. Se cuenta que el título "de la Divina
Providencia", se debe a San Felipe Benicio,
quinto superior de los Siervos de María, quien al invocar la protección
de la Virgen un día en que sus frailes no tenían nada que comer,
encontró a la puerta del convento dos cestas repletas de alimentos sin
que se pudiese conocer su procedencia.
La imagen mandada a hacer
por Don Gil Esteve fue tallada en Barcelona según el gusto de la
época. Es una hermosa imagen sentada, "de ropaje, (es decir, hecha para
ser vestida), y estuvo expuesta al culto en la catedral durante 67 años,
hasta que en 1920 fue sustituida por otra magnífica talla, toda de
madera, que es la imagen de Nuestra Señora de la Divina Providencia más
familiar y conocida por las comunidades puertorriqueñas.
María se inclina sobre el
Niño, que en total actitud de confianza duerme plácidamente en su
regazo. Las manos de la Virgen se unen en oración mientras sostiene
suavemente la mano izquierda del Divino Infante. El conjunto sugiere ternura, abandono, devoción y paz.
suavemente la mano izquierda del Divino Infante. El conjunto sugiere ternura, abandono, devoción y paz.
El Papa Pablo VI declaró a
Nuestra Señora Madre de la Divina Providencia, como patrona principal de
la isla de Puerto Rico mediante un decreto firmado el 19 de noviembre
de 1969. En ese documento se decretó también que la solemnidad de la
Virgen debía trasladarse del dos de enero, aniversario de su llegada a
la isla, al 19 de noviembre, día en que fue descubierta la isla de Borinquen. Se quiso unir así los dos grandes afectos de los puertorriqueños; el amor por su
preciosa isla y el amor por la Madre de Dios.
preciosa isla y el amor por la Madre de Dios.
La talla más antigua, que
data del 1853, fue la elegida para ser coronada solemnemente durante la
reunión del Consejo Episcopal Latino Americano celebrada en San Juan de
Puerto Rico el 5 de noviembre de 1976. La víspera del acontecimiento
esta imagen fue vilmente quemada en la Parroquia de Santa Teresita de
Santurce. Pero eso no detuvo la solemne coronación, que ocurrió en medio
de la emoción y las lágrimas de millares de sus hijos y la presencia de
cardenales, arzobispos y obispos venidos de toda Latinoamérica.
La imagen quemada fue
enviada a España para ser restaurada. Actualmente espera la construcción
del proyectado gran santuario nacional para ser allí colocada.
Fuente: http://www.corazones.org/maria/america/puerto_rico_div_provi.htm
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