Patrona de Lluc (Mallorca) y de Baleares
Año 1268
Fiesta 12 de Septiembre
NUESTRA SEÑORA DE LLUC, Patrona de Mallorca
HISTORIA
El primer documento histórico referido a la capilla de la Virgen de Lluc es el testamento otorgado por el noble caballero En Valentí de ses Torres, ante el procurador (abogado) Jaume de Marina, el 31 de octubre de 1268.
El
camino que conducía a los pies de la Virgen era muy difícil y tan sólo
podía realizarse a pie o a lomos de una bestia atrevida. A finales del
siglo XIV, este camino se reformó y fue embellecido con la colocación de
siete monumentos de estilo gótico que representaban los gozos de
Nuestra Señora. Fueron esculpidos por el maestro Lloren Cloquell, y policromados por el artista Pere Mercol.
El 22 de noviembre de 1456, el papa Calixto III erigió el santuario en colegiata. Durante el siglo XVI, el prior Gabriel Vaquer
redactó unos estatutos, según los cuales los presbíteros colegiales
deberían ser oriundos de Mallorca, residir en el santuario, ser maestros
en gramática y canto, y, uno de entre ellos, maestro en teología.
Diariamente
rezarían el oficio divino en comunidad y la misa conventual sería
cantada con la participación de seis niños. Era la semilla de la que a
través de los siglos tenía que ser la famosa Escolanía de Blauets
(de azul), por el color de sus sotanas. Y que hasta hoy canta
diariamente la salve a la Virgen, mañana y tarde, participan en la
Eucaristía del domingo por la mañana, solemnizándola y sosteniendo la
participación de la asamblea. Su existencia es admirada y querida por el
pueblo de Mallorca, y su amplio repertorio se ha hecho escuchar en
muchos conciertos dentro y fuera de la isla.
En
1586 se construyó un edificio muy característico para alojar a los
peregrinos y sus cabalgaduras, conservado en la actualidad con la
denominación popular de los porxets.
En
1589 se dignificó la plaza de los peregrinos con la instalación de un
surtidor, que desde entonces es la nota característica en el centro de
la gran explanada.
Debido
al gran crecimiento de la devoción y los peregrinos, en el siglo XVII
se inició la construcción del actual templo, sensiblemente más amplio
que la antigua capilla. Es de estilo renacentista, de planta de cruz
latina, de una sola nave con crucero y seis capillas laterales y una
capilla para la reserva del Santísimo Sacramento y las confesiones.
Tiene bóveda de cañón y en medio del crucero una cúpula. Los arcos y
las cornisas están construidos en piedra extraída en las inmediaciones
del santuario. Tiene 28,28 metros de longitud por 6,70 de ancho en la
nave, y 13,45 en el crucero. En septiembre de 1684 se consagró el altar
mayor. El retablo, obra del maestro Blanquer,
se había finalizado en 1629, y la venerada imagen, antes situada en una
capilla lateral, quedó instalada definitivamente en un nicho central
del retablo mayor.
Ya
en el siglo XX, bajo las directrices del gran arquitecto catalán
Antonio Gaudí, se completó la decoración barroca en toda la iglesia,
siguiendo el mismo estilo del presbiterio, quedando transformada en lo
que se le llamó la Casa d'Or.
El
1707, el rey Carlos III de Austria le concedió el título de capilla
Real y, en 1962, el papa Juan XXIII la declaró basílica menor.
El
10 de agosto de 1884, en presencia de una multitud de más de 12.000
peregrinos, y por delegación expresa del papa León XIII, el obispo de
Mallorca, monseñor Mateu
Jaume, realizó la coronación pontificia de la sagrada imagen de la
Virgen y del Niño Jesús que sostiene en su brazo izquierdo. Ambas
coronas fueron costeadas por los fieles.
En
el año 1891, el obispo doctor Cervera encomendó la conservación y
reconstrucción moral y material del santuario a la congregación
mallorquina de los Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y
María, fundada un año antes por el venerable padre Joaquim Roselló i Ferrá, hoy en proceso de beatificación, y a quien encomendó el priorato que ejerció durante nueve años.
En
1984, al celebrarse el centenario de la coronación, la diócesis de
Mallorca peregrinó parroquia a parroquia al santuario para revivir el
acontecimiento que antaño movilizó a los peregrinos. Para dar acogida a
los miles de peregrinos que se esperaban en el santuario durante el año
centenario, se construyó una amplia nave en los terrenos adyacentes,
destinada a las celebraciones litúrgicas multitudinarias y a otras
manifestaciones de carácter cultural. Con motivo del que entonces fue
llamado A ny de Lluc, el obispo de Mallorca, monseñor Teodoro Úbeda, dirigió a toda la diócesis la carta pastoral: «María, madre y modelo».
La fiesta litúrgica de Nuestra Señora de Lluc se celebra el 12 de septiembre. El día 10 de agosto se celebra la fiesta memoria de la coronación pontificia.
ESPIRITUALIDAD
Para
resaltar el significado teológico y espiritual del santuario, entre las
diversas fuentes que podríamos citar, escogemos algunos fragmentos de
dos documentos, nacidos al calor del primer centenario de la coronación
pontificia (1984).
<«Un lugar geográfico y religioso tan característico y significativo para la Iglesia mallorquina como es el santuario de Lluc, necesariamente tiene que serlo también para la vida, la historia y la cultura de todo el pueblo mallorquín... Lluc, es ‑así como otros tantos lugares santos de
todas las religiones, en todo el mundo‑ un ámbito privilegiado para la
presencia de los valores humanos, culturales, sociales e históricos del
pueblo mallorquín»» (Carta del obispo de Mallorca, Teodoro úbeda, María, Madre y Modelo, 1983, pág. 69).
«Renovación
y vitalización de la devoción a María. Recuperando y actualizando la
riquísima tradición mariana de nuestra Iglesia a la luz de la mariología
del Concilio Vaticano II, explicitada posteriormente por los papas,
especialmente en la Marialiscultus y por la reflexión teológica...» (Ibíd., pág. 77).
««El santuario de Lluc
ha de ser un lugar privilegiado para la pedagogía y la práctica de la
reconciliación..., sobre todo por la vivencia y la práctica reflexiva,
sincera y consciente del sacramento deliperdón o de la Penitencia» (Ibíd., pág. 78).
<La
peregrinación material, física, induce y provoca el cambio del corazón.
Y cuando el corazón empieza a cambiar, a convertirse, se siente
necesidad de peregrinar. Y en trance de conversión se va a Lluc.
A ser perdonado en el sacramento de la Penitencia y a aprender a
perdonar. A escapar del propio egoísmo y a encontrarse con Dios y con
los hermanos» (Ibíd., pág. 84).
««Lluc es un lugar, sobre todo, de plegaria. Y
María, la gran maestra de nuestra oración. Su camarín, su templo, su
escolanía, sus montañas, los "misterios" del rosario..., todo invita y
ayuda a orar, (Ibíd., pág. 85).
<La presencia de la Virgen María en su santuario de Lluc...,
constituye una multisecular presencia de nuestra Madre y un
acontecimiento de la gracia. Dicha realidad ha ido configurando el
significado esencial de este centro de espiritualidad, hacia el cual
juntamente con otros lugares de devoción a la Madre de Dios‑ se dirige
el alma mariana del pueblo mallorquín y balear. Y precisamente porque la
devoción a Nuestra Señora en este santuario reúne tales características
peculiares, debe convertirse en un itinerario espiritual privilegiado
que anime la peregrinación hacia el centro del misterio de salvación de
Dios en Cristo; y debe revelar, cada vez más, una auténtica respuesta de
fe en todos los que nos llamamos hermanos e hijos de una misma Madre.
Hasta la misma imagen de la Madre de Dios, tal como la veneráis en este
santuario rodeado de hermosas montañas, es una maravillosa lección de
teología mariana. Ved cómo ella sostiene a su Hijo con el brazo,
mientras lo señala expresivamente con la mano derecha. Pedagogía
maternal y eclesial, que nos muestra el camino a seguir para que el amor
y el culto hacia ella, así como cualquier otra devoción popular, se
orienten siempre finalmente hacia Cristo, que nos ha revelado plenamente
el misterio y proyecto salvador de la Santísima Trinidad» (Mensaje del
papa Juan Pablo 11, 15 de agosto de 1984).
GASPAR ALEMANY, M.SS.CC. Ex prior de Lluc
Fuente: http://www.serviciocatolico.com/files/virgen_de_lluc.htm
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